En el ámbito musical indie, pocos cerebros hoy en día como el de Kristian Aguilar en cuanto a pop se refiere. Por su capacidad melódica, por su propuesta lírica y por, sobretodas las cosas, su inquietud, libertad e inconformismo a la hora de crear. Su ultimo álbum "Naufragios y suicidios" es, me atrevo a decir, casi romántico. Las canciones huelen un poco a Lennon con un piano adelante, puntos altisimos como "Te Deshojas" y "Abandonar el barco" muestran el lado mas desgarrador de Kristian, un compositor que nos tenía acostumbrados a sarcasmo puro, sexo parafílico o letras históricas.
El futuro de Kristian Aguilar tiene dos posibles salidas: con un golpe de suerte dar un salto mas que merecido a las grandes ligas en la industria o, de otro modo, convertirse en un artista de culto. No hay de otra.
El señor Shaman Herrera anteriormente me había llevado a viajes imaginarios a las pampas argentinas, con esos guiños folkloricos, western y acústicos, con "Shaman y los hombres en llamas". Ahora, con "Shaman y los Pilares de la Creación" sigue haciendo esos soundtracks para inhóspitos desiertos. Éste año publicaron "Quimera", un album instrumental en su mayoria (que dá inicio con la brillante "tierna oscuridad"), pero ya en el 2013 habían realizado un album homónimo, producido por el gran Daniel Melero. Un trabajo muy creativo, como todo lo que nos ha venido mostrando Herrera, donde lideran las guitarras acusticas, mandolinas y la voz grave que es ya casi un sello.
Lamentablemente encuentro muy pocas propuestas tan personales dentro del rock argentino actual, por suerte desde ya hace algún tiempo Shaman se erige como una de las agradables excepciones.